La Marcha Nórdica es el conjunto de técnicas mejoradas que utiliza un tipo de bastones concretos para trabajar las piernas y la parte superior del cuerpo, no es caminar sin más, es una marcha muy técnica.
La marcha nórdica es una actividad dinámica de senderismo en el campo. Se trata de una combinación ideal de trabajo de resistencia accesible para todos, caminata y fortalecimiento muscular de todo el cuerpo.
El principio es sencillo: se trata de acentuar el movimiento natural de los brazos durante la marcha y de impulsar el cuerpo hacia delante con la ayuda de dos bastones que permiten ir más rápido y caminar más tiempo.
Todo el cuerpo está involucrado, fortaleciendo el 80% de las cadenas musculares. El gasto energético es equivalente a un trote corto.
Esta actividad proporciona placer y bienestar debido a la sencillez de su técnica y, por lo tanto, es apta para todo el mundo, sea cual sea su edad y condición física.
La marcha nórdica es una actividad sencilla y fácilmente adaptable, por lo que es apta para todo el mundo, sea cual sea su edad o condición física. Es una disciplina que atrae a todo el mundo, desde los adolescentes hasta los jubilados, pasando por los deportistas experimentados, lo que la convierte en una disciplina dinámica y amistosa.
La marcha nórdica es atletismo.
El ADN del atletismo se encuentra en la marcha nórdica: ¡la aptitud física!
Desde la llegada de la marcha nórdica a Francia, la Federación Francesa de Atletismo ha contribuido en gran medida a su desarrollo en el país, por lo que obtuvo la delegación ministerial de esta disciplina en 2009. Como tal, es responsable de la promoción, formación y supervisión de esta actividad y de redactar el reglamento de la marcha nórdica en competición. Gracias a estas acciones, la marcha nórdica ha atraído ya a más de 25.000 personas, que la practican en clubes de atletismo de toda España.
La marcha nórdica tonifica el cuerpo
En la marcha nórdica, el uso de los bastones favorece el desarrollo muscular de las partes superiores del cuerpo, una especificidad que no se encuentra en la marcha tradicional ni en la carrera. Los músculos abdominales, los brazos, los pectorales, los hombros y el cuello se entrenan del mismo modo que los glúteos, los muslos y las pantorrillas.
La marcha nórdica es, por tanto, un ejercicio muy completo, que implica al 80% de las cadenas musculares y permite esculpir armoniosamente todo el cuerpo. No obstante, en función de los objetivos de cada persona, se proponen ejercicios de refuerzo muscular durante las sesiones de marcha en la naturaleza, lo que permite un trabajo adicional, más localizado y dirigido.
La marcha nórdica permite respirar mejor
Durante la marcha nórdica, la activación cardiovascular es comparable a la del jogging moderado.
La posición del cuerpo y el uso del apoyo lateral favorecen la amplitud y la oxigenación pulmonar (aproximadamente un 60% más que la marcha tradicional).
La marcha nórdica fortalece los huesos
Los huesos necesitan ser sometidos a vibraciones para fortalecerse. La colocación de los postes en el suelo proporciona la cantidad óptima de vibración sin dañar las articulaciones. Sin embargo, el uso de postes telescópicos reduce en gran medida estos beneficios.
La marcha nórdica ayuda a adelgazar
Al implicar a todas las cadenas musculares del cuerpo, la marcha nórdica aumenta considerablemente el gasto energético: hasta un 40% más que la marcha tradicional. En esta actividad de resistencia, el cuerpo consume esencialmente grasa para mantener el esfuerzo. Permite así al caminante habitual afinar su figura y perder peso (≈ 400 Kcal/h gastadas).
La marcha nórdica es apta para todos los públicos. Sin embargo, su práctica debe adaptarse en casos de artritis, tendinitis en los miembros superiores o afecciones reumáticas importantes en la parte superior del cuerpo o en los pies.
Por último, en el caso de la artritis, la práctica es posible pero debe hacerse con moderación.
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